Gustavo Álzate, fue
la primera experiencia de aprendizaje hacía la filosofía de quienes fuimos sus estudiantes en la Normal, mediante la pregunta y así formar mis puntos de
vista develados a través de conceptos propios en la tradición.
Su erudición, nos enseñó que el pensamiento debe tener un corte misterioso y seductor, porque si
no es así, puede llegar a caer en la obviedad del ser cotidiano que maneja la
chabacanería y el vulgo, sin saber que en lo metafórico, se puede decir lo
mismo, en una forma tan sutil que el otro se sentirá alagado y aprenderá desde
ese horizonte de mundo. Recuerdo que su primera clase conmigo, fue durante una fría mañana de jueves 26 de enero de 2006, la compañera que solía abrir el aula, por
motivos del aguacero, no había llegado, entonces Gustavo, gentilmente fue a la coordinación
de convivencia por la llave. Algo que solo un ser generoso y dadivoso como él
solo podía hacer, pues su mayor
fortaleza, era el deseo que los estudiantes bebieran de ese delicioso néctar del
conocimiento e igualmente discutieran de los elementos que lo componen. Y así
entablar un diálogo de mayor apertura e igualmente con mayores sentidos.
Hoy 06 de marzo de
2014, cumple 63 años de existencia, de los cuales dedicó 35 años a meditar
acerca del ser maestro desde la episteme filosófica y pedagógica, puesto que
desde 2013 hasta la fecha, se encuentra en una estancia de descanso en el hogar, para
dialogar con aquellos amigos quienes le ayudaron a ser su campo reflexivo más profundo
y constructivo que son Nietzsche, Cioran, Faulkner, Proust, Bataille entre
otros. Pues el MAESTRO Alzate, se destacó en la Normal Superior de Medellín por
ser un gran lector e intelectual, tanto así que ahora su tarea además compartir
con los amigos que fueron enunciados, habla constantemente con Jorge Luis
Borges que fue su precursor a través de las experiencias de lectura que tuvo
siendo un joven estudiante en el pregrado de Filosofía y Letras, las cuales según
maestros de la carrera, fueron de mucha profundidad, además formaron en aquel
muchacho inquieto de esa época una curiosidad y un asombro característico
propio de su personalidad.
Con esto te quiero decir
que gracias por enseñarme, no sólo a mí sino toda la generación del 2007, el
camino de la formación filosófica, puesto que en todos, plasmaste en la
escritura de nuestra existencia algo que dice Reina Roffé:
"Escribimos porque nos rehacemos escribiendo. En este sentido,
abordar la escritura de una biografía, sobre todo la de un escritor, representa
un claro ejercicio de reescritura y también de transformismo o travestismo,
porque el biógrafo se transforma en el personaje narrado y, a veces, el
personaje se vuelve como el narrador. Ambos ignoran esta mudanza, simplemente
sucede, especialmente cuando sintonizamos de tal forma con la mitología del
otro"
Lo anterior,
es para decirte que transformarte nuestras existencias enseñándonos a caminar
en el mundo del pensamiento e igualmente guiaste ese ejercicio de escritura del
camino que cada día estamos trazando con los cinceles del conocimiento
brindados en tus cursos. De la misma forma, que tú fuiste el artífice de
reconocer nuevas mitologías humanas como la de Platón, Aristóteles, Descartes,
Nietzsche, Comte, Olga Lucía Zuluaga entre muchas más que no cabrían en esta
hoja.
No siendo
más, felicidades en este nuevo año que comienzas de vida
Aprecios
Juan
Esteban López Agudelo
Gustavo
Alzate, nació un 06 de marzo en cualquier lugar de la mancha en Antioquia, tuvo
la oportunidad de formarse junto a los grandes intelectuales de la filosofía y
literatura de nuestra ciudad como son Federico Medina, Javier Domínguez, Hernán
Botero e igualmente fue de los alumnos más prolíficos de Gonzalo Soto, Raúl
López, Luis Arturo Giraldo y de Víctor Peñuela en la Facultad de filosofía y
letras de la Universidad Pontificia
Bolivariana, de ahí parte para el Liceo Nacional Marco Fidel Suárez donde
trabaja por más de 15 años, hasta que en el año de 1996 llega a la Normal
Superior de Medellín como profesor de Filosofía y maestro de los espacios de conceptualización
del campo pedagógico en el Ciclo Complementario, comúnmente conocido como
Programa de Formación Complementaria; pero antes de llegar a este lugar tuvo
sus primeros pinos de docencia universitaria en la Universidad de Antioquia,
gracias a la maestría en Educación con énfasis en formación de maestros que allí
realizó bajo la tutela de Alberto Echeverry, lo mismo que la complicidad de
María Victoria Beltrán, su compañera de tesis.
La temática
de esta investigación fue sobre Pestalozzi e igualmente ella fue el camino para
una de sus trabajos cumbres que es el de las prácticas pedagógicas de la
Escuela Normal Superior de Medellín en los años de 1930-1945 a nivel de la
Escuela Nueva en la perspectiva de José María Rodríguez, la cual contó con el
apoyo y acompañamiento de los docentes de la UdeA entre ellos su maestro
Echeverry, Arley Fabio y algunos otros.