sábado, 17 de noviembre de 2012

RESEÑA DE PELÍCULA # 4 LUCÍA Y EL SEXO

Lucía, la protagonista, nos enseña
que la pasión y la sensibilidad, son
dos complementos ideales en una mujer,
pero en especial, que la vida, todo tiene
un límite, y muchas veces, el otro, no
lo sabe. 

Los seres humanos, preexistimos por el  pensamiento, pero a la vez gracias a los instintos. Los primeros,  son relucidos en nuestro día a día, por las problemáticas sociales y culturales, que como sujetos, surgen gracias al paso en el tiempo.

En cambio, nuestros instintos, son aquella esencia, que constantemente estamos ocultando, por los mecanismos de defensa o miedo, para mostrarle al mundo, nuestra naturaleza desinhibida. Generando en nosotros, mascaras que suelen ser muchas veces hipócritas o falsas, donde se oculta, esa ira o pasión inmersa que tenemos hacía a esa otra persona.

Lorenzo, un hombre de muchas mujeres
pero también de Lucía, nos aporta, un
distinto estereotipo del clásico, porque
su búsqueda, se centra en buscar la
historia para consagrarse como escritor, sin
saber, que su vida, es el eje para dicha escritura.

En la película “Lucía y el Sexo” del Director español  Julio Médem, se nos muestra como la protagonista, siente un profundo amor por su novio el escritor Lorenzo, pero a la vez una profunda tristeza, por haberla dejado sin explicación alguna en su departamento; la única manera, encontrada para olvidarlo, ha sido un viaje hacía Formentera (Isla Mediterránea) sin saber, que allí, la figura del recuerdo, constantemente, hace rememorar todo lo vivido con su novio. Pero de la forma, más singular, caminando en cada lugar, piensa en cómo fue la primera vez que hablaron,  el primer encuentro amoroso entre ambos; pero en especial, la incidencia de lo sexual en la convivencia.
El espacio, esconde un misterio y una
sensualidad en cuanto a su elección,
para tener una relación sexual, esto
no lo enseña la película de Médem,
donde no es hacerlo en cualquier, sino
la sensibilidad que cada espacio juega,
según la pareja.

El sexo, en dicha pareja, durante toda la trama, podremos observar fue el lenguaje común para expresar toda sus emociones, sentimientos de forma grupal, pero igualmente individual, pues cada uno, buscaba en ese “otro” llenar aquellos vacios suscitados en su personalidad.
  Del mismo modo, Lucía, será el personaje, que ayudará a Lorenzo, para hallar todo ese caudal de sentimientos ocultos en su personalidad, los cuales serán la clave de una novela, donde se hará la catarsis de la muerte de su pequeña hija Luna, que murió por la mordedura de un perro. Justo cuando se encontraba teniendo relaciones sexuales con la niñera de ella.

Adicional a lo anterior, Elena, la madre de Luna, tiene una amistad con la protagonista, ayudándola a buscar una paz interior, donde debe confrontar todo lo vivido con Lorenzo, empezando una vida nueva o partiendo de la experiencia que ella tuvo, para no volver a cometer los mismos errores.

Del mismo modo, la película, busca enseñarnos la incidencia de los espacios reales y ficcionales, para la intensidad y pasión vivida por la pareja a través de la sexualidad. Igualmente como el amor de Lucía hacía su amado, transciende barreras, ayudándolo en su día a día en la tarea de ser autentico, buscando un sentido en su existencia, gracias a la relación de ambos.

Por último, lo más fascinante de las escenas observadas en la obra de Médem, es el profesionalismo con el que se desenvuelven, en el  sexo explicito, los actores de la película, pues no se presenta como algo obsceno, sino todo lo contrario, con una sensualidad y frescura, donde los espectadores, aprendemos a ver al sexo, como el arte de la compenetración de los amantes. Pero significativamente, el espacio y los juegos como rituales donde la pareja, se inhibe sacando no sólo ternura o fascinación en el acto sexual. Al contrario, busca generar pensamiento sobre lo sexual como una necesidad humana, donde el individuo quiere comunicar eso que no se puede expresar ni en palabras a nivel oral o escrito. O igualmente con demostraciones afectivas; que el sexo, ayuda a expresar mejor, pues el lenguaje de la pasión, es el mejor, para decir: Te amo o Te quiero.

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