No es la primera vez que Carmenza Tobón Lopera tiene una columna dedicada a ella en la Biblioteca de Juan, con esta es la segunda vez, pero el motivo es muy especial, ella hace uso de su buen retiro para descansar del ejercicio de la docencia, y como dice San Agustín "La Gratitud es la memoria del corazón" Quise escribir estas palabras en su honor, las cuales espero sean del agrado de ella cuando las lea e igualmente de los lectores de la Escuela Normal Superior de Medellín.
Carmenza
No hay palabras con que se pueda describir la labor tuya a lo largo de estos 15 años en la Escuela Normal Superior de Medellín, pues no sólo forjaste maestros curiosos y con la magia de soñar un mundo mejor, esto con el fin de generar una forma de pensar que devele una mentalidad más de apertura en relación con la enseñanza, para no seguirla viendo no como un mero acto de decodificación de signos o transmisión de tradiciones, sino más bien como una constante que a diario se encuentra cambiando por las dinámicas sociales y culturales, pero en especial que el maestro debe ser que se abre a la escucha de lo cotidiano a través de los distintos sujetos existentes en el acto educativo a partir de sus propios códigos lingüísticos.
La mujer que nos enseñó a dialogar
con las tradiciones para escuchar
las valiosas lecciones que el pasado
pueden aportarnos al quehacer pedagógico
e igualmente es la humildad hecha mujer.
|
Un abrazo y agradezco a la vida todos estos 6 años de aprendizaje.
Juan Esteban L