Yuliana Ortiz, una amiga psicologa que te hace ver una vida tranquila a través de lo mágico de la pregunta pero también imaginando horizontes para el diálogo a través de lo cotidiano. |
Querida y apreciada Yuliana, te deseo un feliz
cumpleaños, que el nuevo año te conlleve muchas bendiciones. Espero que la estadía
alrededor de un año en Estados Unidos, te haya aportado mucho, no sólo en el
ser del humano sino en el ser de psicóloga. Porque como te lo he dicho en
persona, eres alguien muy especial, tú develas buena energía por esa sonrisa
mágica que tienes, además para la conversación es muy cálido dialogar contigo,
porque el debate no se vuelve discusión, sino todo lo contrario es más bien un
aprender desde la confrontación de lo filosófico con lo psicológico de la
naturaleza humana. Y esto hace que el conocimiento sea un interrogante que
constantemente uno resuelva, para cuando te vuelva a ver, uno logre darte la
respuesta.
A lo largo del tiempo que nos conocemos, he admirado
el amor que le tienes a la carrera que emprendiste, porque se nota el amor e interés
que pones en cada tema y cada autor cuando lo abordas en tus escritos de blog
de hace 2 años, lo mismo que en las conversaciones sostenidas conmigo en
persona. Otro rasgo característico además de la mágica sonrisa, es tú capacidad
de asombrarte por los lugares, recuerdo esa alegría con la que me contabas los
destinos de vacaciones que conocías. Un ejemplo fue el municipio de Venecia en
Antioquia, me decías que era maravilloso además el contraste que le daba el
cerro, es lo más llamativo del pueblo.
Así mismo, también recuerdo la lectura de Saramago
que hiciste en la cual me contabas como el autor logró captar las emociones
humanas, tal y como son en realidades. En esto, te doy la razón, porque la
Literatura a pesar de que es el transporte a mundos que no conocemos pero que
podemos aprender a conocer, es también el medio por el cual podemos
confrontarnos los seres humanos con nuestra realidad. Recuerdo que leía un
cuento del Llano en Llamas de Juan Rulfo que se llama Luvina, allí el autor
decía que ese pueblo que queda en medio de unas borrascas peligrosas, la gente
no era feliz sino que tenia entablada la tristeza, la vida me dio la
oportunidad de conocer un lugar así. Es ahí donde me doy cuenta que en nuestras
conversaciones nuestros puntos de vista es la confrontación de lo que el uno
pensaba en la psicología y el otro pensaba de la filosofía. Y que cuando
realizan la ética del encuentro, lo que buscan es la solidez del conocimiento. O
simple y llanamente el complemento para buscar la pregunta que cuando lleguen a
casa den con la respuesta.
Gracias Yuliana por armarme de preguntas con cuyas
respuestas me he maravillado, además he tenido unos grandes debates a tú lado e
igualmente con las respuestas de ambos he hecho grandes conferencias las cuales
podrás ver en el blog que te rinde homenaje hoy en el nuevo año de amistad.
Te mando un abrazo y que nuestro pathos por el
camino del conocimiento siga cada día creciendo.
Juan Esteban López A
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