En el siguiente texto, se pretende responder a la
tesis: ¿Qué es enseñar Filosofía? Que no sólo es ahondar en la formación de un
pensamiento a nivel de análisis, crítica, reflexión, como también la formación
en un dialogo con una tradición histórica y filosófica de un concepto. Enseñar
filosofía en estos tiempos en palabras de Jorge Larrosa es: imponer el reconocimiento de una cierta representación de sí misma, de
un cierto autorretrato, que la incluya como relevante para la formación de los jóvenes[1]. En resumidas la filosofía, forma a los
jóvenes de los tiempos actuales, para que tengan un cuidado de si mismo a
través del encuentro o del cairos (oportunidad). Pero estos encuentros se hacen
de la siguiente forma: desde la mirada de Descartes haciéndose preguntas
relevantes en torno al conocimiento o a su propia existencia; pero
especialmente preguntas que son generadas por los intereses personales de la
edad o simplemente de avances intelectuales y humanos.
Desde la mirada de Séneca y Lucilio, ese cuidado de sí,
tendría que estar más ocupado a fomentar las virtudes de los jóvenes de estos
tiempos como son el respeto, el amor, la sinceridad, tolerancia, pero
especialmente ser capaces de ser críticos y reflexivos no solo con base a los
valores expuestos sino también a través de los demás que no están nombrados. La
última mirada de ese cuidado de si, seria el de los estoicos que serían mirar
en lo social, nuestra escuela de aprendizaje, para lo cual es muy acertado, porque no solo aprendemos de
la sapiencia intelectual del maestro y de nuestros compañeros en las aulas de
clases, igualmente lo hacemos desde lo que pasa en el acontecer social y
político de nuestros contextos.
Ahora bien, el escenario donde se desarrolla la
enseñanza de la filosofía, no solo es un espacio físico de tablero, sillas y
libros sobre filosofía y vida de los filósofos, debe ser un lugar de “reflexión sobre el presente y las diversas
formas de pensarse el futuro, así mismo un aula donde se construyan narrativas
donde no solo se aborden las realidades propias de la sociedad, cultura,
intelecto u otros; del mismo modo, se desarrolle esto pero que se ayude al
estudiante a que a través de esto se responda preguntas como lo planteamos
anteriormente, igualmente desarrolle un
sujeto capaz de confrontarse así mismo dentro y fuera de la sociedad desde lo
laboral e intelectual”[2].
Para esto, la persona que enseña filosofía no solo
debe ser un licenciado titulado o con experiencia en el área, sino una persona
que tenga “la necesidad de ser
inteligente no solo a partir de los años
o lo que es lo mismo a partir del entendimiento y de la razón”[3]; además de esto, la persona encargada de la
formación filosófica de las nuevas generaciones, debe ser alguien con un
pensamiento pluralista, que como diría Kant, en lugar de abusar de la confianza
a través de la saturación de trabajos a los estudiantes, debería ser alguien
con la capacidad de entender y comprender los cambios que sufre las juventudes
que pasan cada día por nuestras manos, para enseñarles y así guiarlos a una
filosofía completa donde no solo valen los diálogos con las tradiciones
históricas y filosóficas de los conceptos, igualmente una mirada de la
filosofía a través de las preguntas o resolución y formulación de las mismas; y
así tener un sujeto socialmente intelectual pero especialmente con formación
integral.
Como conclusión, quiero decir enseñar filosofía no es
solo formar filósofos para generar nuevas de pensar de la sociedad y de la
cultura en todos sus ámbitos y/o dimensiones, es pensar que el filósofo
como maestro o viceversa, tiene la
misión de enseñar desde la filosofía la
iniciación al discurso intelectual de los estudiantes y así ser más maduro,
pero especialmente no tener más pedantería pedagógica e intelectual como nos
dice Jorge Larrosa; del mismo siempre tengamos mejores ciudadanos en la
sociedad y en la cultura contemporánea.
El siguiente Texto, fue escrito para la Clase de Construcción del Pensamiento Pedagógico del Docente Iván Darío Carmona Aranzazu, el día 04 de Noviembre de 2010, espero que les guste y me aporten más ideas para enriquecerlo.
[1] LARROSA,
Jorge, La EXPERIENCIA de la LECTURA
“Estudios sobre Literatura y Formación” Sobre la Enseñanza de la Filosofía (Elogio y repulsa de la filosofía en tiempos
de crisis), Fondo de Cultura Económica, México, 2003.
[2] Op-cit pág.
556. Con base a lecturas previas de Larrosa y otros autores pero especialmente
de las comunidades de Indagación (Martha Nussbaum)
2 comentarios:
Cartas a Lucilio. Del cuidado de sí. Qué gratos recuerdos me trajo este texto.
Saludos, MM.
Cartas a Lucilio. Del cuidado de sí. Qué gratos recuerdos me trajo este texto.
Saludos, MM.
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