jueves, 17 de septiembre de 2015

FILOSOFÍA: LA PREGUNTA POR LOS VALORES DE LA MODERNIDAD

Lo moderno, es la apuesta al pensar
con razonamiento lógico, pero al mismo
tiempo, es la interpelación a los juicios
que tenemos frente al mundo; mientras
lo contemporáneo, es hallar la comprensión
en la pluralidad de sentidos.
La edad moderna se preocupó por cultivar al hombre en el conocimiento de las ciencias y los distintos saberes de la época como son el arte, la literatura, la danza, el teatro, la historia, la música, pero en especial en el pensamiento filosófico a través de la lectura de la cabeza de autores como Descartes, Kant, Rousseau, Hegel, Fichte entre otros con el propósito de generar una conciencia crítica, analítica y reflexiva. Dado que según la doctora  Sofía Zuluaga Vivas, la modernidad tiene como propósito romper con el clero como institución, pero ante todo, generar distintas revoluciones; según esta afirmación de la autora:

Se contaba para entonces, con una pluralidad de modos de entender a Dios y a las religiones, lo que terminó por convertirse en algo sumamente novedoso y problemático, pues impedía que la fe o más precisamente que la religión cumpliera entonces la función político-social que había desempeñado durante la época feudal (27)

La edad contemporánea surge
como la revolución del hombre
en todos los campos, pero en especial
con la confrontación de ser.
Lo anterior, es para decir que nosotros somos herederos de esa pluralidad para la comprensión e interpretación del mundo, debido a que gracias al cultivo intelectual de estos hombres en el conocimiento, autores como Benjamín y Adorno, pudieron darse cuenta que su escuela de Frankfurt en el siglo XX, es el resultado de la lectura de las obras y autores que antes habíamos enunciado, puesto que ambos buscaban generar una conciencia en su época, y muy enfáticamente en sus espacios geográficos. Sin embargo, la Primera Guerra Mundial, fue el hecho histórico que desencadenó una reflexión crítica y analítica acerca de los ideales humanos, porque ya esa igualdad o respeto por la diferencia no se  estaban dando, sino por el contrario, se desarrolla es un pensamiento donde prima la irracionalidad y ya el conocimiento no se usa con fines intelectuales, sino para la destrucción masiva del otro que es distinto a mí mismo;  quizás también, la guerra fue la excusa para preguntarnos la veracidad de los valores de la edad moderna para el inicio de la edad contemporánea o más bien, la confrontación de cambio que los seres humanos atraviesan a partir de las distintas circunstancias históricas. Donde ya el hombre moderno que buscaba un pensar y sentir más desde el razonamiento, se transforma en el hombre contemporáneo, más abierto al diálogo a través de la escucha de distintos puntos de vista que se forma como filósofo, literato o artista, desde el  nacimiento de las vanguardias como una forma de dar a conocer esos sentimientos que el hombre moderno consideraba privado y por el contrario, deben mostrarse para generar una fascinación, curiosidad o asombro de la realidad así sea tenue, triste o llamativa.

Podríamos concluir que la respuesta por la pregunta por los valores de la modernidad, no es que se hallan ido al ocaso del olvido, por el contrario sus conceptualizaciones se transformaron y buscaron transcender dando respuesta a la época nuestra, planteándonos tales como ¿Cuál es la esencia de lo humano? O ¿Qué implicaciones tiene la conciencia humana con la técnica para usarla con fines contrarios a los benéficos?

Bibliografía:

Forster, Ricardo. La Crisis de la Racionalidad Moderna . s.f.

Zuluaga Vivas, Sofía. El Poder Constituyente . Medellín: UPB, 2014.

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