Escribir se vuelve como un encuentro entre el escritor y el tema a desarrollar de cualquier índole, pero antes que nada, el escribir es una mediación dónde el otro mediante el papel en blanco se dedica a pensar, analizar o hacer una apreciación sobre como mira el mundo pero antes que nada interpreta su existencia en el momento del acto de la escritura.
Ahora bien, ¿Cuáles son los temas buenos, malos o regulares para escribir? La respuesta para esta tesis sólo la tiene cada lector a la hora de emprender el encuentro con la escritura. Pero escribir no es necesariamente, preguntarse por lo bueno, malo o regular sino también es mirar la fortaleza que tenemos como hablantes de una lengua a nivel escrito pero especialmente mirar la capacidad de crítica y reflexión que tenemos a la hora de ejercer el acto escritural. Pienso que la receta o el truco para que salga un texto bien, es: “mirar la sutileza que existe entre el nombre y la palabra, y el afecto que se tienen con el mismo a la hora de nombrarlo; para generar en él un laberinto de la naturaleza que puede ser femenino o masculino”[1] Que es lo que genera en el lector el efecto de la trama, magia o imaginación para tener un texto dónde no solo se muestre el rigor académico de un escritor, igualmente se vea una manera sutil de “recordar los nombres o acciones de todos los seres para nombrarlos en todos los pensamientos humanos”[2].
El escribir, no es mirar a manera de prejuicios que temas son buenos, malos o regulares sino la capacidad o habilidad que nosotros tengamos como lectores y escritores para hablar sobre ellos. |
Esto no quiere decir que los textos académicos o rigurosos no tengan la misma capacidad de desarrollar la memoria a través de la palabra; si tienen esa misma capacidad, pero lo hacen mediante la tonalidad masculina e imperativa que tienen algunas palabras.
Del mismo modo, el escribir, se vuelve un mecanismo donde la persona desarrolla una forma de vida pero antes que nada; “¡cuanto escándalo tenga que atravesar a veces de una lengua a otra, para aceptar inverosímiles femeninas que turban las más naturales ensoñaciones! Dónde por ejemplo, se convierten en alemán al sol y la luna de otros géneros cambiados”[3]
Pero el escritor se vuelve ese Dios del Fuego que trae al lector a través de las letras pero especialmente, hace que el acto de la escritura, no sea netamente el desarrollo de la capacidad de redacción, sintaxis, gramática, retórica u otros elementos formales de la lengua; más bien sea algo que fomente en él; “un junco pensante, debido a su debilidad por la naturaleza”[4]. Antes que junco pensante por su debilidad con la naturaleza, se constituiría en intérprete que mediante la lectura hace hermenéutica; por que explica, comprende y traduce un lenguaje de otro para codificarlo el suyo. Generando la adaptación de nuevas estructuras. O simplemente dialoga con una tradición para responder a una pregunta que se hace desde sus adentros como lector.
A manera de cierre, quisiera que decir, yo como estudiante de Filosofía & Letras, veo en la escritura una manera de encontrarme conmigo mismo tal y como lo escribí al principio del año, pero antes que nada un encuentro ético donde miro ¿Cómo esta mi ethos filosófico, Literario y pedagógico? A nivel de fortalezas, debilidades y aspectos a mejorar pero antes que nada mirar ¿Qué deseo aprender para enseñar dentro de las aulas con mis estudiantes?
[1] Op -cit BACHELARD, Gastón, LA POÉTICA DE LA ENSOÑACIÓN : El Soñador de las Palabras, Pág. 53, FCE, Colombia, 1994.
[2] Ibíd. Pág.53
[3] Ibíd. Pág.55
1 comentario:
Juan, nuevamente descrestándonos con tu sutileza al escribir te digo de corazón que es una excelencia de escrito; me encanto demasiado y te felicito porque nuevamente me diste pinceladas para el trabajo que estoy realizando en mi temática de la filosofía y la poesía frente a lo escrito.
Gracias por este nuevo punto de vista sobre la escritura quiero hacerte eco a la ultima parte donde haces hincapié, a la ethos de la escritura me parece perfecto porque pienso q esa costumbre como tú la dices se ha perdido de una forma, y eso se debe a que estamos inmersos en una problemática de todos estos avances que ya todo nos lo dan en bandeja de plata; por otro lado, reflexiono que debemos hacer la tarea de incentivar a estos jóvenes a la lectura y escritura; ya que es súper importante para nuestra vida y formación, tanto mental como cognitiva.
Bueno no siendo más reitero que es perfecto, mil y mil gracias por compartir tus conocimientos a nosotros los "escrito filos" y "amantes de el lápiz y papel"...
Mil gracias... cordialmente Camilo
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